miércoles, 16 de junio de 2010

Poemas que me comprenden

Buenas, ehm… sí, buenas. Disculpe estoy algo nervioso.Quisiera contarle que ayer leí un poema, era bastante extraño, y así me hizo sentir.Ese poema, que por supuesto ellas me recomendaron, tenía como nombre “Sonámbulo Siniestro y Solitario…”, del español Miguel Labordeta, o sea…, que diga,… ¡no!, está todo bien, olvídelo. Este poeta y dramaturgo, nació en Zaragoza un 16 de julio de 1921 y murió en la misma ciudad el 1 de agosto de 1969, fue poco conocido, ya que prefería mantenerse al margen de lo comercial…Este poema está impregnado de un existencialismo oscuro, que menciona a la muerte como el trágico final de una vida amarga y fría.El autor muestra a un individuo colmado de lamentaciones y desdicha, quién toda su vida buscó una identidad, sin embargo nunca lo logró, por lo tanto no pudo realizarse como persona, ni encontrar la felicidad con su propio ser. .Tras analizar los diferentes síntomas que va presentando el protagonista, puedo deducir que sufre de Esquizoide, una enfermedad de trastorno de la personalidad, vinculada a la soledad… son personas introvertidas e inexpresivas, sin intereses ni inquietudes, viven sin vivir.Quizás eso es con lo que más me he identificado en el poema, quizás respiro pero no vivo.Bueno, comenzaré a explicar cada párrafo como me enseñaron estas niñas, para entender lo que quiere expresar el autor.En primer lugar, se menciona a un hombre solitario, intranquilo con la vida, quien ve que su mundo avanza dejándolo atrás y aislado… “¿quién te dará su alivio, atormentada senectud en vilo?”, esta cita es la que más me conmueve porque se ve que este hombre ha llegado al punto culmine de su vida, y ya nadie lo puede evitar.Luego se da cuenta que nunca se realizó como persona, todo producto de la falta de identidad.La identidad ausente del protagonista se debía a aquella frágil memoria que no recordaba los momentos que quizás fueron importantes, el personaje del poema no logra definirse o identificarse consigo mismo ni con características que, seguramente, intentó adoptar a su vida, sin embargo no se acomodaron a su persona, creando un desinterés permanente en la vida del sujeto.Pero que más dá, si su longevidad ha llegado y no podrá volver para disfrutar aquellos acontecimientos que seguramente alguna vez recordó. Sin embargo... ¡que ese yo!, sólo pido que se vayan de mis pensamientos para poder continuar.Está bien, continuaré. El emisor nos da indicios de que el hombre solitario ha llorado y sufrido de igual manera que todos, pero al mencionar “invisible el tiempo de los lémures”, pude entender, gracias a las pobres diablas que vagan dentro de mi cabeza, que con lémures se refiere a la sociedad, por la naturaleza estructurada de estos animales. En este aspecto al mencionar que este hombre es invisible al tiempo de los lémures, vuelve a reafirmar la soledad en la que se encontraba, más el indicio de una profunda tristeza.Lémures, lémures… ¡no se transformen en eso por favor!Está bien nunca mas les diré pobres diablas…Así muy bien ayúdenme a terminar. En las últimas estrofas entendemos que la muerte nos acecha, sin embargo distinguimos un desinterés por lograr lo que deseamos, así el autor hace un tipo de critica al sentir lastima por el individuo.Realmente un poema sombrío, casi como yo. Así como las niñas me lo recomendaron, yo también quiero recomendarle este poema… es bastante inquietante aunque interesante. Bueno, eso es lo que suelen decir estas pobres diablas…¡Perdón, perdón, perdón!

Por: Catalina Aguilar - Tamara Henríquez

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