miércoles, 23 de junio de 2010

Génesis

El hecho de ponerte a pensar en que tal vez nadie te toma atención realmente. En que no tienes amigos ni familia, en que todo es parte de una rara creación que hiciste para no sentir la tristeza incontrolable de aquel malestar que con tanto miedo te aqueja llamado soledad.

Si, es verdad, me tomé ese frasco de pastillas pensando en que sólo así vería si realmente esas personas están ahí para mí y que no son sólo inventos míos, pero claro no pensé en la situación en la que ahora me encuentro. La verdad no sé en qué plano terrenal estoy situado y tampoco sé si estoy realmente muerto o no, pero seguramente no lo estoy porque puedo escuchar esas voces al rededor que me dicen que afuera de este cuarto hay gente. No puedo escuchar con atención lo que dicen, pero están ahí y eso quiere decir que están vivos... ¡esperen! O tal vez esto es un sueño y las pastillas sólo me adentraron en un trance profundo del que nadie me ha sacado, eso quiere decir que nadie se preocupó por mí, que nadie me vio... Nadie me quiere... Es que claro ¿quién podría querer a alguien como yo? si no soy nadie... Absolutamente nadie.

Suaves gotas saladas recorrieron sus ojos y mejillas hacia abajo, el triste lamento lo sofocaba aún más con llanto. Se arrinconó en el cuarto junto a la puerta en posición fetal.
Sus pequeñas manos golpeaban la puerta esperando que alguien lo sacara de esa soledad profunda y lo llevara al mundo donde pudiera encontrar un lugar acogedor, un abrazo, una caricia.
Una luz cegadora se expandió desde la puerta hasta tornarse todo blanco. Borrosas imágenes distorsionaban el panorama de aquel ser miserable y ruidosas voces ensordecían el ambiente.
De pronto, sin más, solo se escuchó con claridad:

-Felicitaciones señora, es usted madre de un hermoso varón-

¿Fin?

Por: Tamara Henríquez

Rutinario


Por: Bonnie Yaque

No sé

De nuevo me han dado ganas de escribir, encuentro que este blog ha sido bien recibido por gente como yo, ya saben... los simples humanos me han tachado de loco o enfermo, bueno, no es importante. Creo que nos hemos desviado un poco, recuerdo que creé esto porque mis voces me decían que no tenía identidad y que estaba siendo controlado por los externos a mi, ya no se que creer. Algunas veces les creo, otras no.

¡Ya! Aquí publicaré algo que escribí hoy o antes de ayer, no lo recuerdo.

Dice así:
No sé, es una palabra que no sé muy bien que significa, es media ambigüa y extraña, supongo que viene del latín... TODO viene del latín, así que de ahí debe venir, me imagino que vinó caminando tranquilamente y llegó para quedarse, le gusta este lugar, ya saben... Poner en una situación dificil, eso es lo que le gusta, le gusta vernos rodeados de muchas posibilidades y que no sepamos que escoger. Es injusto y se aprovecha de ello.

No sé muy bien todavia que significa no sé, solo sé que siempre a estado acá y siempre estará acá, y si no lo esta no sé muy bien porque no estaría acá.

¿Entienden?, ¿No?, yo no sé.


Por: Aída Jorquera

martes, 22 de junio de 2010

Me siento identificado con...

Isla Siniestra o Shutter Island es una película estadounidense dirigida por Martin Scorsese, y ambientada en los años 50, donde se muestra la historia de un policía que es enviando a investigar el caso de una mujer que se ha escapado de un manicomio, situado en una isla lejana y desconocida en donde se trata a personas peligrosas que demuestran trastornos mentales.
Durante el transcurso de la película, el director utiliza una serie de recursos que van armando la confusa historia del protagonista, quien al mismo tiempo que el espectador, intenta resolver el misterio que guarda este sombrío recinto.
El excelente trabajo de Scorsese permitió darle a la película una sensación de constante desorden entre los hechos que ocurren en el manicomio, los sucesos que vive el protagonista y los repentinos flashbacks, así como también le otorgó a la música un rol muy importante al darle a algunas escenas, quizás de poca importancia, una sensación de suspenso puro, y así mantener la continuidad en el género.
Los logros no fueron solo de Scorsese, la gran actuación de Di Caprio en el papel principal como Edward Daniels, permite la cercanía necesaria con el público para entrar en el personaje y entenderlo.

El protagonista es un hombre marcado por un importante trauma vivido, que poco a poco lo llevará a negar su existencia, creando una realidad distinta, en donde él se siente cómodo e identificado consigo mismo.
De esta manera la relación que hace el director entre los trastornos mentales y la identidad se transforma en un elemento fundamental para comprender la historia.
Es muy interesante cómo, el protagonista llega a borrar de su mente su propia identidad, y cómo éste adopta una personalidad objetiva en contraste a su verdadera realidad. Todo esto producto de una enfermedad mental que no le permite ver las cosas con claridad y al fin y al cabo lo convierte en una víctima de su propia personalidad.

Una película escalofriante, totalmente recomendable si gustas del suspenso y el juego psicológico, en donde la confusión toma el papel principal y le da al público la posibilidad de hacerse parte de la historia y descubrir la verdad que esconde esta extraña isla, y más aún, este extraño personaje.

Aquí les dejo el trailer:


Por: Catalina Aguilar y Tamara Henríquez

lunes, 21 de junio de 2010

Persecución mental

Esta historia es un poco extraña. Me pasó hace unos pocos meses, y la única forma que existe de expresarlo, sin que piensen que soy una mina rayá, es escribirlo.

Era un día caluroso y caminaba tranquilamente por una avenida, llena de gente, de autos y ruidos. Las bocinas iban y venían, los vendedores ambulantes gritaban de una acera a la otra – ¡caserita lleve poleras a la moda a la moda!-. Mientras que desde un paradero se escuchaba – ¡Heladito mora crema, super giro, chocolito!-.

La gente pasaba inadvertida, ya más que acostumbrada a aquel griterío cotidiano.

En este contexto me encontraba yo, escuchando música, en mi volá, justo en ese minuto pensaba en la posibilidad de encontrarme con alguien conocido. En todo caso no le di mucha importancia a ese vago pensamiento, y seguí caminando, pensando en la inmortalidad del cangrejo.

Iba en eso, cuando de lejos divisé la cara de un familiar. Puse los ojos chiquititos para tratar de distinguir si era él, y debo decir, que tengo que haberme visto bien chistosa poniendo esas caras.

El asunto es que no me estaba pasando ningún rollo, efectivamente, era un conocido, mas bien un familiar, un tío pongámosle. Yo iba dispuesta a hacerle el quite, mirando las vitrinas como si me interesaran los zapatos de hombre. El problema es que caché que el ya me había reconocido.

Al fin y al cabo tuve que saludarlo, él me dijo: - ¿cómo estás?-, a lo que yo le respondí:-bien acá vitrineando un poco-. -¿Buscas zapatos para tu papa?- dijo en un tono irónico. -Ehm... Si, si, es que está... Emm enfermo-. -Aah ya veo. Bueno, estoy algo apurado. ¿Te conté que me están siguiendo unos hombres?- No… ¿por qué? -Bueno verás, estuve durante un tiempo en la CIA y sin querer presencié un hecho secreto, y ahora me buscan para que no exponga la información a la gente. - Aah... bueno... no lo molesto más entonces... Suerte... chao! -Chao que estés bien.

Durante la conversación me pude dar cuenta de lo mal que se encontraba mi tío, su situación había empeorado enormemente. Después de despedirme, apenas caminé unos 5 pasos, miré hacia atrás y comencé a seguirlo.

Caminó cerca de 7 cuadras en línea recta, miraba a su alrededor constantemente y de forma obsesiva, por suerte había mucha gente con la que podía pasar desapercibida. Ya cuando me estaba empezando a aburrir, mi tío se detuvo, y entro a un local, bastante misterioso por lo demás, llamado La Morgue, era una especie de bar mafioso o algo por el estilo, que no me tincaba para nada.

Preferí esperarlo afuera, para evitar cualquier tipo de problema, espere cerca de 20 minutos, en los que aproveché de recordar todo lo que me habían contado sobre él.

Tenía claro que estaba más loco que una cabra, y recordé que mi mamá me decía cuando era chica que no le abriéramos la puerta, porque era peligroso.

También recordé que cuando había reuniones familiares y él llegaba, siempre hablaba sobre palabras del diccionario, se sabía casi todos los significados.

Y en ese mismo instante me acorde de algo primordial, mi mamá una vez me dijo que ese tipo era esquizofrénico, y algo así como un maníaco obsesivo.

Por eso su obsesión por las palabras del diccionario y sus raras historias de persecuciones.

Cuando entendí todo ese asunto, como toda una protagonista de serie policial, salió él, seguido por dos hombres que lo acompañaban.

Hubiera pasado piola si no hubiese sido por mi maldito descuido, al no haberme escondido. Y por eso mi tío me vio.

Mis ojos se agrandaron, con una mezcla de entre miedo y sorpresa. Mientras mi tío se acercaba con intención de hablarme.

Su cara se transformó en la de un enfermo, y a medida que se acercaba, el arrepentimiento por haberlo seguido se agrandaba.


Hubo un momento en el que quise gritar y arrancar, pero miraba a la gente caminando como si nada pasara, y me daba vergüenza. Cuando mi tío se acercó lo suficiente, y mi cara de terror espantaba hasta a las palomas, me dijo como si fuera a contarme un secreto:-¡Me encontraron!, soy un imbécil, cómo dejé que me encontraran, ahora me tendré que quedar en Estados Unidos y trabajar toda mi vida para la CIA. Bueno en todo caso te dejo una tarjeta con la dirección para que me vayas a ver cuando estimes conveniente-.

Luego los hombres lo tomaron y lo llevaron en un auto.

Apenas se fueron, miré la tarjeta que decía: Instituto Mental Santiago De Chile

En ese momento la sensación de entre risa, y pena por mi tío fue impresionante, no sabia si reírme a carcajadas o irme rápido a mi casa.

Al final, opté por irme caminando lentamente, escuchando música, rodeada de gente indiferente ante los gritos, tanto de los comerciantes ambulantes, como de las personas angustiadas que gritan silenciosos para que alguien los ayude a sacarse de encima sus pesares imaginarios.

Por: Catalina Aguilar